Por el día de los fuegos artificiales, el humo rojo y nuestras manos, que se deterioraron en efímeras borracheras de los días de fiesta.
Por tus besos en mi mejilla. Pensar el estúpido pensamiento de que quizás oías mis latidos. ¿En qué pensabas tú? Probablemente en ella.
Por tu saliva con olor a ponche, del que insistías que yo bebiese.
También puedo nombrar la puerta. La puerta sensual, pero para qué, si aquella vez fui yo la que no quiso.
O tu risa que siempre oigo desde atrás, porque podría escucharla a treinta y siete kilómetros. Siempre desde atrás porque no me atrevo a girarme.
O mis palabras que te aconsejan a irte con ella. Y a mentirte, y a decirte que no me gusta nadie, que soy filofóbica. Porque al fin y al cabo, tú mismo lo dijiste el día siguiente a la segunda fiesta: Creo que Elena me sigue queriendo.
También podría ser yo y no saludarte. ¿Sabes que mueves los dedos de la misma manera que yo? Recogiéndolos uno a uno.
Tal vez por eso encajaron tan facilmente nuestras manos aquel día.
Porque este año hasta las clases nos separaron, el pasado tú estabas enfrente y venías a verme, sigo sin saber con qué intención, ¿Buena o mala?
Por la reconciliación efímera que hicimos contándonos cosas triviales, cuando creo que realmente me echabas de menos. Y yo con el pensamiento de, voy a ser fuerte y a ingorarle.
Pero si tú vienes y me hablas con dulzura y me agarras por el codo, yo derrito mi pensamiento y te perdono sin palabras.
Ahora yo no te voy a buscar y tú estás en la otra punta del instituto.
Antes era yo la que te describía como el cabrón, pero realmente también tuve yo la culpa por estúpida.
Por un año y nosecuantos meses de estupidez y el efímero caso que me hacías.
Y ahora la tenemos los dos. Otra vez.
Yo creo que me echas de menos. Porque pasas a mi lado, o porque te interesas por saber quién me gusta, cuando en realidad lo que quieres oír es ese tú que ya sabes, y sentir tu corazoncito roto curado por una tía a la que no querrás nunca.
Porque me siguen temblando las piernas cuando me hablas, porque me sigues devorando con la mirada mientras sonríes. ¿Me lo haces a mí o a todas?
¿Juntamos otra vez tu juego y mi razón?
Es de las entradas que más me ha gustado, te felicito, has conseguido que la lea tres veces jaja muchos besos Mirna :)
Difíciles los sentimientos...
Sigue siendo tú. Siempre tú.
Que complicado es todo siempre ¿verdad?
Un beso :)
Desde un cuadro de Monet llega a Marte un "mil gracias" por tus textos. Hay una cosita para ti en mi blog. Pásate a por ella si quieres :)
Besazos lluviosos.
Lena
los piratas..... recorren cada linea de tu publicación.
feliz navidad, besos :)
Yo odio contener mis ganas de llorar,
y prefiero explotar,
pero a solas.
Un beso :)