Y recuerdo cuando tú y yo éramos uno y no dos, y cómo me dejaste sola conjugando la primera del plural en un presente en el que yo no cabía.
Y esta canción que deja huella ya no está en tu blog al igual que yo tampoco dejé huella en ti, pero te sigo recordando cada vez que suena y cómo nos enganchamos - Es horrible, ¡Pero cómo puedes escuchar esto! - No lo sé, pero estoy enganchadísima, no puedo parar de escucharla. - Tengo que admitir que estoy poniendo la canción todo el rato…
Y me pregunto si alguna vez yo te hice falta. Y cuando te he necesitado no estabas, tan calmado, tan mayor, para consolarme. Porque quizá viniendo de ti el La vida sigue adelante y tú tienes que seguir con ella no me habría molestado. Y es que tú me entendías, y aunque yo sabía que era a todo el mundo, me gustaba sentirme especial. Por una vez. Por una persona.
Y mis veranos no serán del todo míos sin ti, y los febreros seguirán siendo tuyos y cada veintiocho de febrero te lo seguiré dedicando Te imaginas haber nacido un día más tarde, tendrías cuatro años y no volveré a felicitarte porque cuando lo hice sin esperar una respuesta contestaste, con tu habitual educación, y entonces tuve que admitir que yo no era especial sino que era una más.
Y no puedo permitirte que tu sintaxis rompa mis esquemas si no es para añadir complementos circunstanciales de compañía que me incluyan en ella.
bienvenida de nuevo!!! desde septiembre ha llovido mucho no?
feliz regreso! me ha gustado la utilización de los tiempos verbales y todo esto de gramática. :)