-Dame una razón para no matarte.
Sus palabras rezumaban odio, y sus ojos la muerte de la que estaba cargada el arma.
-Dame una jodida razón para no matarte…
Yo, en medio de la angustia y terror, no podía dársela debido a que tenía un nudo en la garganta que me impedía hablar y apenas respirar.
De repente rompió el silencio de nuestras respiraciones entrecortadas, la de él por la furia y la mía por el miedo, el chasquido del seguro al quitarse.
Alcé la cabeza como pude y lo miré. Las pupilas en mis ojos debían de haber empequeñecido tanto que no eran más que dos minúsculos puntos en el iris verde.
Si hubiese podido, habría cambiado mi rostro para ponerme el de un ser conocido suyo, y así hacerle chantaje emocional.
Pero la pistola estaba apoyada en el lugar de mi tatuaje metamórfico, y eso me impedía metamorfosearme.
-Dame una razón… - Su voz volvió a romper el silencio de mis jadeos.
Entonces entendí, al borde de la locura y desesperación, que el realmente me pedía una razón para no disparar.
vale creo que me he perdido algo, desde el principio le pide eso no? una razon por la que NO disparar...
vale creo que me he perdido algo, desde el principio le pide eso no? una razon por la que NO disparar...